Esta semana Puerto Rico ha sido testigo de una jornada caracterizada por el poco liderato que ha demostrado el candidato PNP Luis Fortuño. El señor Fortuño, quien trajo a la discusión pública el tema relacionado a los alivios contributivos en respuesta al programa de País que presenta el Partido Popular Democrático, cara a las elecciones del 4 de noviembre, una vez más queda entre dicho su palabra y su pobre desempeño como líder de una organización política.
Vamos a los hechos. Una emisora radial de San Juan invitó esta semana a Aníbal Acevedo Vilá y a Luis Fortuño a sostener un diálogo público para llegar a un consenso sobre el asunto de alivios contributivos para el país, en especial para la clase media asalariada. Aníbal aceptó la invitación, porque es lo que precisamente lleva pidiendo desde el 24 de julio al señor Fortuño y éste no aceptaba la invitación que le extendiera el Gobernador para entrar en un diálogo sincero y oportuno para el país. El encuentro moderado por una periodista y una persona que viene de la empresa privada vinculado al PNP, sirvió una vez más para demostrar el poco conocimiento del señor Fortuño que tiene sobre las instituciones de Gobierno en Puerto Rico y sobre temas neurálgicos para el país.
Primeramente, hay que resaltar que a ese diálogo público el señor Fortuño llegó 20 minutos tarde, luego que tanto los moderadores y el Gobernador Acevedo Vilá, comenzaran el diálogo y discutieran los puntos importantes sobre el tema en discusión. Un señor Fortuño, que según se notaba por la onda radial, llegó desorbitado, desorientado y en todo momento mostró tono burlesco ante un asunto que es serio para el país. En cambio vimos a un Gobernador en control de la situación proponiendo ideas en aras de llegar a un consenso entre el Ejecutivo y el Legislativo que estaba representado por el señor Fortuño.
Vamos a los hechos. Una emisora radial de San Juan invitó esta semana a Aníbal Acevedo Vilá y a Luis Fortuño a sostener un diálogo público para llegar a un consenso sobre el asunto de alivios contributivos para el país, en especial para la clase media asalariada. Aníbal aceptó la invitación, porque es lo que precisamente lleva pidiendo desde el 24 de julio al señor Fortuño y éste no aceptaba la invitación que le extendiera el Gobernador para entrar en un diálogo sincero y oportuno para el país. El encuentro moderado por una periodista y una persona que viene de la empresa privada vinculado al PNP, sirvió una vez más para demostrar el poco conocimiento del señor Fortuño que tiene sobre las instituciones de Gobierno en Puerto Rico y sobre temas neurálgicos para el país.
Primeramente, hay que resaltar que a ese diálogo público el señor Fortuño llegó 20 minutos tarde, luego que tanto los moderadores y el Gobernador Acevedo Vilá, comenzaran el diálogo y discutieran los puntos importantes sobre el tema en discusión. Un señor Fortuño, que según se notaba por la onda radial, llegó desorbitado, desorientado y en todo momento mostró tono burlesco ante un asunto que es serio para el país. En cambio vimos a un Gobernador en control de la situación proponiendo ideas en aras de llegar a un consenso entre el Ejecutivo y el Legislativo que estaba representado por el señor Fortuño.
El consenso logrado en esa reunión pública, pesar del pasito palante y patrás de Fortuño, fue el de nombrar a un equipo de economistas que ayuden en el análisis de las propuestas presentadas al país y busquen aquellos consensos necesarios para presentar una propuesta factible y real a la Asamblea Legislativa. Al mismo tiempo que los economistas lleven sus deliberaciones, la Asamblea Legislativa, en especial, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, llevaría a vistas públicas los proyectos de ley radicados en la Cámara que viabilizaría los alivios contributivos a la clase media asalariada. Una vez cumplido ambos su cometido, entonces el Gobernador Acevedo Vilá convocaría a sesión extraordinaria de la Legislatura para ver el proyecto de consenso. El consenso logrado entre las 8:30 y 9:10 a.m. del miércoles, 6 de agosto, Día del Santo Cristo de la Salud, pasó a otro plano a eso de las 3:00 p.m. cuando la Conferencia Legislativa del PNP, reunido con Fortuño, le dio para atrás lo acordado con Acevedo Vilá, estableciendo que la Legislatura habría de celebrar llamados "Town Meetting" en distintos lugares de Puerto Rico, cosa que es inaceptable, ya que se presta para convertirlos en un circo político a varios meses de las elecciones.
La debilidad de carácter de Fortuño se observa cuando no puede mantener su palabra empeñada en la mañana antes el país y máxime con una audiencia cautiva en esa hora de la mañana. Se enfrenta a José Aponte y compañía, y a Fortuño le tiembla las rodillas y accede a lo que dice José Aponte y su compañía. No puede gobernar a Puerto Rico una persona que no es capaz de sostener una palabra empeñada; palabra de hombres y de honorabilidad en estas batallas políticas. Puerto Rico tiene el deber de observar y pensar muy bien la decisión que están próxima a tomar el 4 de noviembre. ¿Se imagina usted a Tomás Rivera Schatz presidente del Senado, a José Aponte presidente de la Cámara y a Fortuño de gobernador y Pierluissi de Comisionado? Evidentemente los primeros dos gobernarían la Isla desde el Senado y la Cámara.
Para detener a estos verdaderos enemigos de Puerto Rico hay que votar íntegro por el Partido Popular Democrático en las tres papeletas y elegir como Senador por Acumulación a Cirilo Tirado Rivera, Aníbal Acevedo Vilá, Gobernador y Alfredo Salazar, Comisionado Residente.
Hagamos esto por Puerto Rico y la dignidad de este país.
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